Aunque sea difícil de entender para los chicos pues todavía vamos casi en pantalón corto, ya hemos empezamos a trabajar el otoño.
Observando, oliendo, tocando y escuchando hojas secas y algunos frutos propios de la estación, descubrimos un agujero en una bellota que nos intrigó y decidimos investigar. Como siempre la suerte nos acompaña y al abrirla encontramos un gusano rojo, precioso, comiendo el fruto a escondidas. ¡UY! nos "corrió el gusanillo por dentro" (nunca mejor dicho), como el curso pasado en el que tanto aprendimos de la naturaleza que nos rodea. ¡Qué ganas de aprender más!
¡Menos mal que no les dio por comérselo!
ResponderEliminarSilvia (mamá de tres peques, cada uno especial a su modo)